Tres señales para detectar la mentira

TRES SEÑALES PARA 
DETECTAR LA MENTIRA

Ya se sabe que la comunicación no solo se establece a través de palabras, los gestos, actitudes  y posturas corporales completan el acto comunicativo; entonces, vemos que  las palabras hablan, también el cuerpo, la voz  y el rostro expresan muchos mensajes para los cuales, el dominio no es fácil de aplicar. 

Para muchas personas les es  común  decir una mentira a través del teléfono, porque dominan su voz y pueden hacer convincente su mensaje, pero hablando de frente y en persona, esta tarea les queda un poco difícil, ya que su cuerpo puede evidenciar "qué tan falso" es lo que están diciendo, y es que por más experimentado que sea un "mentiroso", tarde que temprano, el inconsciente lo hace quedar mal y su mentira sale a la luz a través de las señales que expresa su cuerpo, tales como: hombros recogidos, parpadeo acelerado, interjecciones, frases incoherentes, rascarse, masajearse, toser, acomodar algo en su cuerpo o sobre la mesa, tragar con fuerza, suspirar, etc. 

"Todas las personas mienten en algún momento" y  para detectar estas señales de la mentira, se debe ver todo el contexto social y situacional de la persona que miente y en el momento que lo hace,  ya que estas señales, se ven en aquellas historias que tienen mucha elaboración.

Veremos tres señales para detectar la mentira, y si no es así, entonces algo inestable hay en la transmisión del mensaje.

• Miedo e inseguridad y sus manifestaciones corporales, como también gestos y actitudes involuntarios, a causa del esfuerzo que conlleva la mentira.
• Lenguaje muy elaborado para justificar el mensaje simulado o por el contrario, respuestas simples, incoherentes  e infantiles sobre preguntas que tendrían una respuesta natural, corta y concisa. 
• Conductas corporales como residuos de la actividad cerebral para sustentar una mentira. Sus reacciones fisiológicas no se ven reales a causa del cansancio que produce estar cuidando los detalles del tema.

Hay una gran diferencia entre decir: 

"Tu correo no me ha llegado", cuando se miente para justificar el hecho de no haber respondido el correo a tiempo; y otra cosa es vivir en la "cultura del engaño"; no obstante, cualquier recurso que se fundamente en la mentira para proceder, debe evaluarse.